FINANCIERO BANCARIO / por Miguel Gallardo Guerra
En un mundo cada vez más globalizado, la banca transfronteriza se ha convertido en una práctica común para empresas y particulares que buscan acceder a servicios financieros en múltiples jurisdicciones. Sin embargo, este crecimiento trae consigo complejos desafíos legales en términos de compliance (cumplimiento regulatorio), que deben ser abordados por los bancos y las instituciones financieras a nivel global.
1. Complejidad de los Marcos Regulatorios Transfronterizos
Uno de los mayores desafíos que enfrentan los bancos que operan internacionalmente es la necesidad de cumplir con diversas normativas locales e internacionales. A menudo, las regulaciones entre países pueden entrar en conflicto, creando una maraña de requisitos que los bancos deben navegar cuidadosamente.
Por ejemplo, un banco que opera tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea debe cumplir con las regulaciones de ambas jurisdicciones, que pueden tener criterios diferentes en cuanto a la protección de datos, prevención de lavado de dinero (AML), financiamiento del terrorismo (CFT), y sanciones internacionales.
- En Estados Unidos, las normativas impuestas por la OFAC (Office of Foreign Assets Control) pueden prohibir a los bancos operar con ciertos países o entidades bajo sanción. Sin embargo, las sanciones y regulaciones de la Unión Europea o de otras jurisdicciones pueden no estar alineadas con estas restricciones, lo que coloca a los bancos en una situación compleja.
- Además, la creciente adopción de marcos globales como el Common Reporting Standard (CRS), liderado por la OCDE, obliga a las instituciones a compartir información fiscal a nivel internacional, aumentando las exigencias de compliance.
2. Prevención del Lavado de Dinero (AML) y Combate al Financiamiento del Terrorismo (CFT)
La banca transfronteriza está particularmente expuesta a riesgos relacionados con el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, debido a la naturaleza global de las transacciones. Las instituciones financieras deben adoptar medidas robustas de AML/CFT que sean capaces de identificar y mitigar estos riesgos.
La FATF (Financial Action Task Force), a través de sus recomendaciones, ha establecido un estándar internacional para combatir estos delitos. Sin embargo, los bancos enfrentan el reto de implementar controles consistentes en todas las jurisdicciones donde operan, ya que los marcos regulatorios pueden variar considerablemente entre países.
Un desafío clave es la necesidad de realizar una diligencia debida mejorada (Enhanced Due Diligence, EDD) para los clientes de alto riesgo, lo que requiere que los bancos monitoricen continuamente las actividades de sus clientes en varias jurisdicciones y actualicen sus políticas de gestión de riesgos de manera oportuna. En el caso de clientes que operan en múltiples países, los riesgos de incumplimiento aumentan exponencialmente.
3. Sanciones Internacionales: Un Campo Minado Regulatorio
El cumplimiento con las sanciones internacionales es otro aspecto clave de la banca transfronteriza. Las instituciones financieras deben ser extremadamente cautelosas al realizar transacciones en países sancionados o con personas o entidades sujetas a sanciones, ya que las multas por incumplimiento pueden ser extremadamente elevadas.
La aplicación extraterritorial de las leyes de sanciones, como las impuestas por la OFAC en los Estados Unidos, es un desafío significativo. Los bancos deben asegurarse de que no facilitan transacciones que involucren países o personas en listas de sanciones, incluso si dichas transacciones se realizan fuera del territorio estadounidense. Esto puede afectar a bancos internacionales que, aunque no tengan presencia directa en EE.UU., operan en dólares estadounidenses, lo que los hace vulnerables a sanciones.
Un ejemplo reciente es el aumento de las sanciones impuestas contra Rusia tras la invasión de Ucrania, lo que ha generado la necesidad de implementar controles más estrictos para evitar violaciones de las sanciones en diferentes partes del mundo.
4. Oportunidades para la Banca Transfronteriza
A pesar de estos desafíos, la banca transfronteriza también ofrece importantes oportunidades. Las fintech y los desarrollos tecnológicos están facilitando el acceso a mercados globales, permitiendo a los bancos expandir sus operaciones de manera más eficiente. Sin embargo, para aprovechar estas oportunidades, es esencial que las instituciones financieras mantengan una sólida cultura de cumplimiento y adapten sus marcos de gobernanza para gestionar los riesgos de compliance transfronterizo.
La adopción de tecnologías RegTech (tecnología regulatoria) está ayudando a los bancos a automatizar y mejorar sus procesos de cumplimiento. Estas herramientas permiten a las instituciones financieras gestionar grandes volúmenes de datos, realizar monitoreos en tiempo real y cumplir con regulaciones en múltiples jurisdicciones de manera más eficiente.
Conclusión
La banca transfronteriza sigue siendo un pilar fundamental para el crecimiento económico global, pero también presenta riesgos legales y de compliance cada vez más complejos. Las instituciones financieras deben estar preparadas para navegar un entorno regulatorio en constante cambio, implementando controles sólidos y efectivos para cumplir con las exigencias de múltiples jurisdicciones. En este escenario, contar con una estrategia de compliance adecuada, apoyada en la tecnología y la colaboración global, es clave para garantizar el éxito y minimizar los riesgos.
Nos leemos!!


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