FINANCIERO BANCARIO / por Miguel Gallardo Guerra
La prevención de fraude y delitos financieros es una prioridad clave para las instituciones financieras, gobiernos y organismos reguladores en todo el mundo. El objetivo es proteger a los consumidores, las empresas y la estabilidad del sistema financiero global de actividades ilícitas como el fraude, el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo, y otras formas de delitos financieros. Dado que los fraudes financieros pueden ser complejos y transfronterizos, requieren un enfoque legal y normativo integral y coordinado entre múltiples jurisdicciones.
a) Fraude Financiero
El fraude financiero implica una amplia gama de actividades ilícitas destinadas a engañar a los consumidores, empresas o instituciones para obtener beneficios financieros indebidos. Las instituciones financieras deben implementar controles y programas de cumplimiento para detectar, prevenir y responder a posibles fraudes. Algunos de los tipos más comunes de fraude financiero incluyen:
- Fraude por Tarjeta de Crédito y Débito: Este tipo de fraude involucra el uso no autorizado de tarjetas de crédito o débito para realizar compras o retirar dinero. Con el aumento de las transacciones digitales, los bancos deben contar con sistemas avanzados de detección de fraudes para identificar actividades sospechosas y proteger a los consumidores.
- Fraude Bancario Interno: Los empleados de una institución financiera pueden cometer fraude mediante la malversación de fondos, la creación de cuentas falsas o la manipulación de transacciones. Las instituciones deben contar con mecanismos de auditoría y control interno robustos para prevenir estos incidentes.
- Fraude por Phishing: Los ciberdelincuentes utilizan técnicas de phishing para engañar a las personas y hacer que proporcionen información confidencial, como contraseñas o números de tarjetas de crédito. Si bien los bancos han implementado campañas de concientización para que sus clientes reconozcan estos intentos de fraude, la responsabilidad de garantizar la seguridad de sus plataformas de banca en línea recae en los propios bancos, quienes deben adoptar las mejores prácticas y tecnologías para proteger a los usuarios de estos ataques, tales como la implementación de sistemas de autenticación de doble factor.
- Esquemas Ponzi y Piramidales: Este tipo de fraude implica la promesa de rendimientos elevados a los inversores, pero los rendimientos son financiados con los fondos de nuevos inversores en lugar de generar ganancias legítimas. Los esquemas Ponzi suelen colapsar cuando no hay suficientes nuevos inversores para pagar a los anteriores. Las instituciones financieras deben ser cautelosas al brindar servicios a clientes que puedan estar involucrados en este tipo de actividades.
b) Lavado de Dinero (AML)
El lavado de dinero es el proceso mediante el cual los delincuentes intentan ocultar o «limpiar» el origen ilícito de los fondos obtenidos a través de actividades criminales, haciéndolos parecer legítimos. El lavado de dinero es un delito financiero grave que amenaza la integridad del sistema financiero global. Las instituciones financieras deben cumplir con normativas estrictas contra el lavado de dinero (AML, por sus siglas en inglés) para prevenir que los delincuentes utilicen sus servicios para este fin.
- Etapas del Lavado de Dinero: El proceso de lavado de dinero suele dividirse en tres etapas:
- Colocación: El dinero ilícito se introduce en el sistema financiero, a menudo mediante depósitos en cuentas bancarias, compras de activos o transacciones comerciales.
- Estratificación: Los fondos se mueven a través de una serie de transacciones complejas para dificultar su rastreo. Esto puede incluir transferencias internacionales, compra y venta de activos o inversiones en empresas.
- Integración: Los fondos «lavados» se integran en la economía legítima, generalmente a través de inversiones en bienes inmuebles, empresas, acciones o compras de lujo.
- Regulaciones AML Globales: Las regulaciones contra el lavado de dinero están diseñadas para prevenir el uso del sistema financiero en actividades delictivas. A nivel global, el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) establece estándares y recomendaciones que los países deben seguir para combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. Estos estándares son adoptados y aplicados en las normativas nacionales de cada país.
- KYC (Conoce a tu Cliente): Las instituciones financieras están obligadas a implementar procedimientos de «Conoce a tu Cliente» para verificar la identidad de sus clientes y evaluar el riesgo de involucrarse en actividades ilícitas. El cumplimiento de KYC es fundamental para prevenir que personas involucradas en actividades delictivas puedan abrir cuentas o realizar transacciones anónimas, así como verificar que la persona que desee convertirse en cliente sea efectivamente quien afirma ser, con el fin de evitar posibles casos de robo de identidad.
- Reportes de Actividad Sospechosa (SAR): Las instituciones financieras deben monitorear las transacciones de sus clientes y reportar actividades sospechosas a las autoridades competentes, como la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) en México o la Financial Crimes Enforcement Network (FinCEN) en Estados Unidos. Estas actividades pueden incluir transacciones inusuales, transferencias internacionales grandes o movimientos que no se corresponden con el perfil del cliente.
c) Financiamiento del Terrorismo (CFT)
El financiamiento del terrorismo involucra la provisión de fondos para llevar a cabo actividades terroristas. A menudo, estos fondos son canalizados a través del sistema financiero utilizando técnicas similares al lavado de dinero. Las normativas de Contraterrorismo Financiero (CFT, por sus siglas en inglés) están diseñadas para prevenir que las organizaciones terroristas utilicen las instituciones financieras para recaudar, mover y utilizar fondos para sus operaciones.
- Congelación de Activos: Los gobiernos de todo el mundo, en conjunto con organismos internacionales como las Naciones Unidas, han implementado políticas para congelar los activos de personas y organizaciones vinculadas al terrorismo. Las instituciones financieras deben monitorear y cumplir con las listas de sanciones emitidas por entidades como la OFAC (Office of Foreign Assets Control) en Estados Unidos y la Unión Europea, que prohíben realizar transacciones con personas o entidades sancionadas.
- Transacciones Internacionales y Redes Informales: Los terroristas a menudo utilizan redes financieras informales, como hawalas (sistema informal de transferencia de dinero utilizado principalmente en países del Medio Oriente, y que significa “transferencia” o “cambio” en árabe), para mover fondos internacionalmente. Las instituciones financieras deben tener sistemas para identificar patrones que puedan indicar el uso de estas redes y reportar cualquier actividad sospechosa a las autoridades.
d) Cibercrimen y Fraude Digital
Con el aumento de las transacciones electrónicas y el uso de plataformas digitales, las instituciones financieras enfrentan un número creciente de amenazas cibernéticas. El fraude digital puede incluir el hackeo de cuentas bancarias, el robo de identidad y el uso de software malicioso (malware) para obtener acceso no autorizado a fondos.
- Ciberseguridad: Las instituciones financieras deben implementar medidas robustas de ciberseguridad para proteger sus sistemas y los datos de los clientes. Esto incluye el uso de autenticación multifactor, cifrado de datos y la creación de sistemas de monitoreo en tiempo real para detectar actividades sospechosas.
- Amenazas Internas y Externas: Las amenazas al sistema financiero pueden provenir tanto de actores internos (empleados deshonestos) como de actores externos (hackers o redes criminales). Las instituciones financieras deben capacitar a su personal en buenas prácticas de ciberseguridad y establecer procedimientos de auditoría y monitoreo para detectar cualquier irregularidad.
- Robo de Identidad y Fraude Electrónico: El robo de identidad ocurre cuando los delincuentes obtienen información personal de las víctimas para acceder a cuentas bancarias o realizar transacciones fraudulentas. Las instituciones financieras deben implementar procedimientos estrictos para verificar la identidad de los clientes en todas las transacciones digitales, principalmente al inicio de la relación comercial, mediante la validación de los datos y documentos proporcionados por los clientes.
e) Cumplimiento (Compliance) en Prevención de Delitos Financieros
Las instituciones financieras deben contar con un programa integral de cumplimiento para asegurar que están cumpliendo con todas las regulaciones internacionales y locales relacionadas con la prevención de fraudes y delitos financieros.
- Oficiales de Cumplimiento: Muchas instituciones financieras designan oficiales de cumplimiento encargados de garantizar que las políticas y procedimientos de la empresa cumplan con las regulaciones AML/CFT y otras leyes de prevención de fraude. Estos oficiales también son responsables de coordinar las auditorías internas y externas, así como de informar a las autoridades sobre actividades sospechosas.
- Capacitación del Personal: Es crucial que las instituciones financieras capaciten regularmente a sus empleados en temas relacionados con la prevención de fraudes, AML/CFT, y ciberseguridad. La capacitación ayuda a identificar posibles riesgos y a asegurar que los empleados estén familiarizados con los procedimientos adecuados para reportar actividades sospechosas.
- Tecnología de Monitoreo y Análisis: Muchas instituciones financieras han adoptado herramientas tecnológicas avanzadas para monitorear transacciones en tiempo real y detectar actividades inusuales. Estas herramientas utilizan inteligencia artificial (IA) y machine learning para analizar patrones de comportamiento y emitir alertas automáticas en caso de detectar transacciones que podrían estar relacionadas con actividades fraudulentas o delictivas.
f) Sanciones por Incumplimiento
El incumplimiento de las normativas contra el fraude y los delitos financieros puede resultar en severas sanciones para las instituciones financieras. Estas sanciones pueden incluir multas significativas, prohibición de operar en ciertos mercados, o incluso la revocación de licencias. Además, las empresas pueden enfrentar daños reputacionales que afecten su capacidad para atraer nuevos clientes e inversores. Potencialmente, estos incumplimientos pueden generar un grave perjuicio financiero, no solo para las propias instituciones, sino también para el público en general, al exponer a los clientes a riesgos de fraude financiero, robos de identidad y pérdidas económicas.
Conclusión
La prevención de fraude y delitos financieros es una parte esencial de la gestión de riesgos para las instituciones financieras. El cumplimiento con las normativas AML/CFT, la implementación de sistemas de monitoreo y ciberseguridad robustos, y la capacitación adecuada del personal son cruciales para proteger el sistema financiero global de actividades ilícitas. Los fraudes y delitos financieros pueden tener consecuencias graves para las instituciones financieras, por lo que es necesario contar con un enfoque integral y proactivo para asegurar la detección temprana y la respuesta efectiva a estas amenazas.
¡Nos leemos!


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